La muerte de Ortiz se encuadra como un supuesto acto de "justicia por mano propia". Si bien presentaba antecedentes por violencia, robos, hurtos, lesiones y amenazas, la Justicia intenta determinar si su muerte fue consecuencia de un acto deliberado de defensa o una represalia encubierta.
Esta mañana, autoridades judiciales llevaron a cabo una reconstrucción del crimen de Leonel Ortiz, alias "Leíto", en el sitio donde ocurrió su muerte el pasado 16 de septiembre. En la diligencia participaron testigos, abogados, peritos, autoridades y los dos imputados, Luis Martín Monzón, un mallonero de 56 años, y su hijo Néstor, ambos detenidos por el hecho.
La reconstrucción buscó esclarecer cómo se desarrollaron los hechos aquella noche, cuando Ortiz, de 30 años, falleció tras recibir dos disparos. En un primer momento, la autoría material se adjudicó a Monzón padre, quien habría confesado el crimen tras su detención. Sin embargo, surgió una segunda hipótesis que apunta a que su hijo podría haber sido el verdadero autor, lo que aún permanece bajo investigación.
De acuerdo con la versión de la familia Monzón, Ortiz y uno de sus hermanos venían hostigando desde hacía semanas a un adolescente de 16 años —familiar de los detenidos— a quien habrían amenazado en reiteradas ocasiones con un cuchillo.